Tiempo...

Tiempo iba transcurriendo su curso,
pero mi mirada se queda perpleja sobre ti,
iba hundiendo la cabeza como un niño regañado,
iba naufragando contra el mar rumbo a la isla de piel…
Te ibas adueñando de mis sentidos lentamente,
el tiempo se plasmada en un instante sobre tu febril
señuelo de atraparme entre tus caricias y tus besos de locura,
y un loco como yo, no pudo resistir tan suculento manjar de amor…
Me iba consumiendo en el sueño de compartir mis
días contigo, desnudarnos juntos, perder la condura cerca
de llegar a la locura y transformarnos en dos amantes del placer,
pero el tiempo dejó de plasmarse sobre tu piel, y todo dejó de ser amor…
El tiempo había llegado a su fin en nuestro reloj, y así nos separó hoy…

Hombre y agonía...

Cuando un hombre vive la agonía de querer,
aquella donde la vida comienza a ser gris sin pensar,
sin saber, sin sentir, puede alejarse del amor, camina
con pasos llenos de dolor, un camino por demás solitarios…

Sentándose en un muelle sin mar, con un ave sin alas,
sin saber el verdadero motivo, no se siente ya con vida,
no encuentra aquella causa para seguir, ni la luz con la que
iba brillando, la agonía de un hombre es el caminar de un muerto…

Va perdiendo la fe en el amor, va quitando el verdadero
significado de la vida, ya no existe, simplemente es otro más
que camina sin sentido en una tarde lluviosa, bajo la niebla, entre
la nieve, en aquel calor que consume su rostro con suma brutalidad…

Su Dios deja de existir en un mismo instante, la fuerza ya no es necesaria,
su inteligencia es opacada por la bondad y por cegarse ante el cuerpo de ella,
un ángel, una diosa, una musa, una mujer, no importa el nombre que se le de,
un hombre con la agonía del querer, simplemente vive para estar con esa mujer,
y lo único que necesita son sus ojos para mirar a través de ellos, necesita de sus
manos para poder sentir, de sus labios para sentir el sabor, de su cuerpo para vivir…

Simplemente necesita de ella, y ese hombre será nuevamente hombre…

Mirada...

Esa mirada tuya, tan fugaz y tan sensual
siempre tan radiante, llena de paz y amor,
una mirada tan sensual y pura, tan frágil
y tan tierna, tan ruda pero solo es tuya…

Ojos tan negros, como agujeros de universo
por donde se desvanece el olvido, ojos de mujer
de mi mujer tan divina y bella, solo mira hacía mí,
y yo no puedo dejar de mirar tan lindos ojos…

Bajo ese mirada tuya, tan tranquila, donde nunca
un hombre se ha librado, donde me encuentro ahora
amándote, donde se despiertan nuevos sueños, donde
sorbo lentamente tu alma y tu ser, bajo tu mirada negra…

Posees tan divino secreto detrás de tus ojos,
llenos de recuerdos y sorpresas tan sublimes,
donde se juntan y conjuran tantas promesas de amor
en un crepúsculo en tus ojos tan bellos, Amor.

Hipócrita...

Hipócrita…

Tú, mujer que esconde su hipócrita maldad,
bajo en antifaz de una sonrisa, y una humildad.
saludas con afecto, me das un beso, me dices palabras,
y bajo todo ello es tu hipocresía, una mentira…

Publicas gloriosamente tu humildad, te aferras
a decir que eres la mujer honesta, la de bellos
sentimientos, todo para llenarte de vanidad, pero
ya no tienes que mentir, ya deja de fingir, hoy, por
fin…Sí…Descubrí tu historia… ¡Hipócrita!

¡Hipócrita! Ya deja de fingir, quita tu antifaz,
que en tus ojos ya no hay verdad, deja de esconderte
bajo el manto de tus palabras melosas, ya no te creo,
¡Hipócrita! ¿Cuánto más me quieres dañar?...
Mides tu afecto y tu amor, dependiendo tu meta,
tu mirada se nubla ante mis ojos, y en tu corazón,
niña hipócrita, lo único que queda son mentiras,
tan falsa eres, que en ti, solo queda una belleza de fantasía…

Hipócrita, aún quieres sentirte grande a mi lado, já
aún quieres sentirte con aires de grandeza, los que
te hacían llegar al cielo, lo cierto es que te he descubierto,
y la guerra has perdido, quedas al desnudo, ¡Hipócrita!...

[-Tus ojos me enamoraron, pero hoy son los que más odio.-]

Sueños...

Cuando se cierra la puerta que da a la habitación,
comienza una maraña de sentimientos y pasión callados,
entre las sombras apareces al cerrar mis ojos, caminas directo
a mi cuerpo esperando que sucedan cosas tan maravillosas entre los dos…
Tus manos revolotean como un ave alzando su vuelo
sobre mi cuerpo, levantando dentro de mi una lujuria de amor,
compartiendo como un niño el dulce sabor de tus labios con el resto
de mi ser, nuestros cuerpos van sudando llenos de placer, podemos sentir
la humedad que hay entre ambos, como suaves notas musicales que se coordinan…

Bailando suavemente una y otra vez, me gusta sentirte así,
aunque me gusta más estar seguro que eres completamente mía,
voy sintiendo tu roce contra mí, vaya sensación de placer el que me das,
sin poner resistencia alguna, voy siguiendo el rumbo que llevas, acompaño
tu viaje al placer sin decir más palabras, disfrutando únicamente de dos almas
entregándose a la intimidad de una alcoba, que al cerrarse se vuelve un centro de placer…

Entre puertas...

En la habitación, solos tú y yo en una noche
tan llena de placer, la luna y las estrellas nos
cobijan a los dos, y nos cubren la pasión y el deseo
de dos amantes nocturnos, que desean tenerse…

Nos besamos con pasión, observando nuestros
cuerpos con la desnudez y la inocencia de amarnos,
vamos quitando el pudor, y deslizando sobre el piso
nuestras ropas, acariciamos nuestra piel sin sentido…

Nos perdemos en un solo cuerpo, nuestros sexos se
van acoplando en un vaivén de satisfacción de probarnos
sintiéndonos en un mundo de fantasías, recorridos por
el contorno de nuestro cuerpo, así hacemos el amor…

Tomo mis senos sobre mis manos, los juego, los acaricio
los beso, los contengo en minutos de placer, los succiono
y siento de nuevo el sabor a mujer, y así voy bajando mis
manos hasta tocar tus caderas, y movernos juntos hasta
sentir un placer…
Llegando juntos al mismo paraíso, amándonos
hasta el amanecer, quedamos durmiendo abrazados, como
convirtiéndonos en amantes día y noche, disfrutando de hacer
el amor…

[-Siendo tuyo de nuevo, amándote como siempre.-]

Atrapado...

Quiero que me cubras de dulces besos de tus labios,
como aquella prenda nueva añadida a mi cuerpo lentamente
aprisionando salvajemente con tu lengua todo mi pecho hasta
llegar a embriagarme de tu suave aroma de piel y tu dulce miel…

Voy atándome a tus abrazos sin pedir permiso, solo queriendo
bajar hasta tus más profundos secretos de mujer, oliendo sin parar
las flores que adornan sutilmente, dando una brisa de viento que paraliza
profundamente todos mis sentidos, y al momento escucho una voz que
comienza a decirme…

Para, y recuéstate aquí, sobre mi cuerpo, sobre mi piel que pide
a gritos tus caricias, despójate de tus prendas, y déjame explorar
tu aquella carne pura que va jugando con la mía en un sobrevenir
de éxtasis traviesas entre las cobijas de cuerpos deseosos de sentirse…

Recorriendo exactamente un pedazo de tu ser, dejando mi huella en ti,
raspando tu feminidad con la marca de mi nombre, robando los latidos
de tu corazón, pellizcando caminos salvajes sobre todo tu cuerpo, de arriba
hacia abajo, respirando perversamente sobre tu piel, vibrando sobre ti …

-Pequeños trozos de lujuria atrapados en mi cuerpo.-

Guerra de un hombre...

Es difícil saber el tiempo necesario de amarte,
cuando te siento tan mía, con una sonrisa eterna,
con una mirada llena de ternura, con un beso de veneno,
me conviertes en el amante adicto que descubre la cura en tu piel…

Indecisos se vuelven los días al sentirte tan dentro,
consumiendo cada parte de mis pensamientos, acaparando
mis sentidos de una manera inexplicable, robando mi cordura
con tan solo un beso, un beso de veneno que me tiene atrapando siempre…

Verte se convierte en mi zona de guerra, donde hay
una realidad y una percepción de amarte y otra de aborrecerte,
mi zona de guerra se vuelve la cama que compartimos, donde te hago
el amor, y luego me arrepiento de ser adicto a tus besos de veneno, pero
no hay salida, soy adicto a ti, adicto a tu cuerpo, adicto a cada beso que se prende en mí.

Tu amor...

La diferencia de no estar contigo,
es sentir un vacio inmenso en mi vida,
es perderme entre el paraíso y el infierno,
la diferencia de no estar contigo es la oscuridad…

Es estar muerto en vida, teniendo tu
rostro pasando una y otra vez en mi mente,
es sentir el dolor de tus besos alejarse de mi boca,
es besar uno labios sin pasión, es mentirle a otra persona…

Es caminar sin rumbo fijo, sin destino,
es dar abrazos sin querer darlos, es decir
te quiero sin sentirlo, es fingir amor y pasión,
es seguir mintiendo a otra mujer cuando hacemos el amor…

Es dormir con alguien y soñar contigo,
es tener un corazón escaso de sentimientos,
es tener una herida y no encontrar la cura inmediata,
la diferencia de no estar contigo es morir estando vivo con otra…

Dominio...

En tu cuerpo se clavan mis sueños,
tu sonrisa es mi suave invitación de un viaje
lujurioso sobre tus pechos conducidas en mi mano,
en sentir tu piel entrelazada con la mía, sentir tu amor
sobre mi cama…

Es sentir un depósito de pasión entre
sueños de amor, es desaparecer tu ropa en el piso,
y sentirte vulnerable ante mí, ante mi deseo de estar
besándote de pies a cabeza y extasiarme sobre tus caderas…

Es dominarte en mi cama, es morder tus
manos y recorrerte lentamente con mi lengua cada parte
de tu sexo, de tus piernas, tus caderas, de todo tu cuerpo, amor,
es tocar tu tierna flor, con mis ardientes manos, que solo te desean a ti…

Es beber de tu boca, y estar en la disputa de perderme en tus piernas…

Despertar contigo...

Te adoro más al despertar de la mañana,
voy amándote poco a poco cuando te encuentro
semidesnuda como posando sobre nuestra cama,
esperando a mi llegada, contemplado mis pasos en silencio…
Voy amándote más cuando la brisa del viento
toca tu piel y la eriza frente a mí, y buscas refugio
en mis brazos, como pidiendo que sea tu guardián para siempre…
Te amo cuando te vas aferrando contra mi pecho,
como si no hubiera nada más que nuestros cuerpos unidos
en la eternidad, amo cada momento en el que me deseas así,
rodeando locamente mi cuerpo, cuando lo besas sin parar un segundo…
Te amo en esa eternidad de la sensación de dos amantes
locos por tenerse un momento, pero amo cuando tú pides no
un momento, sino un para siempre, con esa voz tan dulce y sensual
que tienes para pedirme algo, cuando con tus labios me consumen dulcemente…

Así voy amándote por instantes que son eternos, hundiéndome
bajo el manto de tus brazos, entre tus senos, entre la brevedad de tu
húmeda piel, en la lujuria de tus uñas rasgando mi piel, tiñéndola con tu marca,
haciendo un lienzo puro y eterno de tu amor, llenando mi cuerpo de tu amor…